Para salir del pozo hay que dejar de cavar...

Nos encontramos habitualmente con muchas soluciones, normalmente rápidas, pero casi siempre deficientes.

¿ y a que se debe?  la respuesta nos la da su Comité de NO Dirección

Hay Presidentes, Directores de RRHH y Financieros, de Marketing *,... que simbolizan que se está haciendo algo, que parece que reaccionan ante las necesidades de mercado; da la sensación de que desean hacer frente a esas nuevas necesidades de forma global y sostenida, pero lo único que hacen es aplicar soluciones rápidas y superficiales que se han convertido en el rasgo distintivo de sus Organizaciones; Organizaciones que no obtienen resultados o no generan programas de mejora y habitualmente entran rápidamente en pérdidas y no solo económicas sino también de conocimiento y de capital humano.
*se hacen llamar así.

La empresa debe actuar  como un sistema que se adapte al entorno y no como un hecho aislado, sino con un proceso donde la variable clave es su dirección.
La realidad de estas empresas implica una deficiente gestión de la actividad donde no se han definido objetivos y no se estructura ni se gestiona cada uno de los niveles de actividad: ni la Organización, ni los Procesos, ni los Puestos de Trabajo de las personas que integran la "Empresa”. 

Sin duda, la mejora del rendimiento, la mejora de los resultados debería importar y ser un elemento dinamizador de cambio y de transformación interna.

Para poder generar una mejora global de la Organización no hay que actuar de forma aislada sobre una función ya que así no se garantiza el éxito.

 

Sólo si se trabaja de forma coordinada sobre: a) los objetivos estratégicos para el negocio (producto, mercado, tecnología, …), b) sobre los objetivos de organización (principios, valores, expectativas y necesidades de los clientes, resultados económicos y no económicos); c) sobre la estructura (mapa de relaciones, puntos de conexión entre funciones…) y d) sobre los elementos de Gestión de la organización (establecimiento de objetivos adecuados, medición y establecimiento de indicadores necesarios, gestión de recursos económicos y no económicos,…)

Los objetivos deben ser cuantitativos, orientados al cliente, orientados a aumentar las ventajas competitivas y fáciles de comprender. Estos objetivos se deben evaluar y volver a establecer continuamente.

Y lo que es peor...

Cuando los ejecutivos no gestionan la actividad en el nivel de Organización, lo máximo que se podrá obtener será una mejora de la actividad discreta, y con un problema que puede comenzar: Las mejoras realizadas en los procesos o en las personas pueden ser contraproducentes ya que los mandos intermedios no sabrán ni mantener ni mejorar los logros alcanzados

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